Tengo la tentación de preguntar: ¿Cuántas divisiones tiene Dinamarca?*

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*Me viene a la mente la famosa historia de la conversación entre Stalin y Churchill. Antes de que los Aliados desembarcaran en Italia en septiembre de 1943, los Estados occidentales empezaron a exaltar por todos los medios posibles el papel del Pontífice en la política internacional. Pero la URSS no era tan fiel a la «importancia político-militar» de la Santa Sede. Así, los historiadores describen un caso en el que, durante la Conferencia de Teherán, Winston Churchill propuso con mucha insistencia tener en cuenta el papel del Vaticano en la «cuestión polaca» … Stalin lo cortó bruscamente «¿Y cuántas divisiones tiene el Papa?» … Entonces Stalin tuvo razón, y Polonia fue rápidamente transferida por completo a la órbita soviética, sin tener en cuenta la opinión de los principales clérigos de la Iglesia católica.

Haciendo un paralelismo con los acontecimientos mundiales actuales, nos gustaría señalar que en el caso del fuerte deseo de Trump de tomar Groenlandia, es poco probable que alguien pida la opinión de Dinamarca.